Le encanta una receta eslovena (habló de ella con Melania Trump), y le fue servida para desayunar
Recuerdan cuando Melania Trump visitó al Papa Francisco y todos los medios de comunicación recogieron (al principio de modo equivocado) su conversación sobre el dulce esloveno potica?
Melania es eslovena, así que el pontífice, con la calidez humana y la atención a los detalles que le caracterizan, le preguntó si le preparaba la potica al Presidente.
Melania seguramente no se esperaba que el Papa argentino e hispanohablante le preguntase por un dulce esloveno, del que la mayor parte de las personas nunca escuchó hablar, por lo que pensó que Francisco le estuviese hablando de la pizza, dada la asonancia con la palabra potica (la “c” en eslovena se pronuncia como la “z” italiana).
Francisco y la potica se “conocen” desde hace mucho tiempo, y el fotógrafo enviado de Aleteia para cubrir el viaje a Colombia, nuestro colega Marko Vombergar (argentino de origen esloveno), logró asegurarse de que el Papa tuviera la oportunidad de disfrutarla durante su viaje a Sudamérica.
Esto es lo que Marko nos explicó:
Jorge Bergoglio conocía a un esloveno que trabajaba como bibliotecario en el seminario de San Miguel. Este hombre había dejado Eslovenia a los 16 años y nunca había podido volver.
En 1971, cuando Bergoglio se encontraba en Europa, decidió ir a visitar a los padres de su amigo a Eslovenia para llevarles saludos de su hijo. Lo acogieron con este dulce – la potica.
Unos años después, la sobrina de Bergoglio, Maria Inés Narvaja, se casó con Vladimir Voršič, un argentino de origen esloveno. Bergoglio hablo con su sobrina y el marido de su viaje a Eslovenia y dijo que le gustaba la potica, y entonces, por Navidad y Pascua, Maria Inés y su esposo le enviaban siempre este dulce, preparado por la madre de Vladimir (yo también conozco a esta familia por mis raíces eslovenas).
Fue así como el Papa Francisco habló de este dulce con Melania Trump.
En la nunciatura de Bogotá, en la que el Papa residió durante su visita a Colombia, hay un secretario del nuncio que es esloveno, padre Matjaž Roter (lo conozco desde cuando era secretario de la nunciatura en Montevideo, en Uruguay), el cual pensó en servirle la potica junto a otros dulces colombianos que le habían preparado.
Así que me ofrecí a elaborarle una y a llevarla conmigo a Bogotá, donde estuve trabajando por cuenta de Aleteia.
Pedí a mi hija Luciana (que tiene 15 años y le encanta cocinar) que la hiciera, pero como no se fiaba mucho de sus propias capacidades, pidió ayuda a la abuela, mi suegra, también ella eslovena.
Se encontraron y cocinaron la potica, que traje yo en avión desde Buenos Aires.
Esa mañana, el secretario de la nunciatura me dijo que nuestra poticafue servida al Papa para desayunar.
En Aleteia estamos contentos de haber contribuido a través de Marko a ofrecer al Papa Francisco este gesto de afecto – un pequeño consuelo entre las muchas y pesadas cruces que lleva como Vicario de Cristo en la Tierra.
Aleteia, 11.9.2017
Sorodni članek v slovenščini:
Družina: Slovenska potica za papeža v Kolumbiji