Esta sería la traducción del sentido de la palabra DOMOBRANCI, a los que vamos a situar en el contexto bélico y revolucionario de Eslovenia en la segunda guerra mundial.
Domobranci, qué nos significa esta palabra? Eran los soldados que defendieron las vidas de los eslovenos, sus hogares y sus valores morales y religiosos de los ataques y depredaciones de las brigadas de los partisanos, portadores de la revolución comunista. El cumplimiento de este mandato lo pagaron con sus vidas.
¿Por qué y cómo se llegó a la formación de las unidades militares de los Defensores de la Patria?
Fueron la respuesta a los hechos de la guerra y de la revolución: después de la firma del pacto de no agresión y de alianza, firmado en agosto de 1939 entre Hitler y Stalin, Alemania atacó a Polonia y la repartió con su aliado, la Unión soviética. A este ataque respondieron Francia e Inglaterra y por toda Europa se fue extendiendo la Segunda Guerra Mundial.
Todos los partidos comunistas recibieron de Moscú la orden de apoyar a los alemanes.
Yugoslavia fue atacada el 6 de abril de 1941. Las tropas alemanas, junto con sus aliados italianos, húngaros y búlgaros ocuparon el país. Así en Eslovenia estuvieron los alemanes en el norte, los húngaros en el este y los italianos en el centro y el sur.
El Partido Comunista (PC) esloveno saludaba con entusiasmo a sus aliados alemanes, les hacía propaganda, colgaba banderas con la cruz esvástica y confeccionaba listas de patriotas eslovenos a la Gestapo, policía política alemana. El 27 de abril fundó El Frente Antiimperialista (PIF por sus iniciales en esloveno) dirigido contra Francia e Inglaterra.
El pueblo esloveno fue muy sacudido por la invasión, pero pronto se empezaron a organizar movimientos de resistencia: en el mes de mayo SLS – el partido demócrata cristiano, mayoritario en el país, organizó “ La legión eslovena”, Sokoli – la corriente liberal, también en mayo, la “Legión de Sokoli” y en agosto su “ Consejo de guerra”. Eran organizaciones paramilitares preparadas para colaborar con los Aliados occidentales por medio de espionaje y transmisión de informaciones. Eran concientes de que un levantamiento armado en ese momento sería trágico para el país, por la tremenda superioridad militar de los invasores y la posibilidad de represalias. Así y todo, el movimiento TIGR de Primorje, ya el 13 de mayo libró una batalla con los italianos en Mala gora, cerca de Ribnica.
El 22 de junio Alemania quebró el pacto y atacó a la Unión soviética. De Moscú partió la orden a los partidos comunistas, que debían combatir a los alemanes. En Eslovenia, los invasores “amigos” pasaron repentinamente a ser enemigos, sin que en el país hubiera cambiado nada. El PC le cambió el nombre a su PIF por OF = Frente de Liberación, dirigido contra sus, hasta entonces, aliados. La fecha 27 de abril, día de la fundación del PIF, rebautizado a OF, se festeja actualmente en Eslovenia como “Día de la resistencia al invasor”. Con esto, el PC , bajo otro nombre, – que ya no gobierna formalmente, pero que conserva la mayor parte de los resortes del poder – quiere hacer olvidar su inicial alianza con el invasor.
La guerra y la ocupación proporcionaron al Partido Comunista, minoritario pero con una férrea disciplina, sin principios morales y con sus dirigentes entrenados en Moscú, las condiciones tan esperadas de llevar a cabo su revolución para tomar el poder. Pero lógicamente no podía reconocer este fin y el accionar de las unidades de combate que fue organizando – los partisanos – fue disfrazado como Lucha por la liberación nacional – NOB, en esloveno. Además se autoproclamó como el único líder de la lucha por la liberación y cualquiera que luchara fuera de sus filas sería proclamado traidor a la Patria y, como tal, ejecutado. El primer batallón de partisanos se formó en agosto de 1941.
La metamorfosis quienes pasaron de invasores amigos a enemigos recién después del ataque a la Unión Soviética se refleja muy claramente en las primeras marchas partisanas: “ Al llamado de la Kominterna* – unámonos en tropas – a luchar por los soviéticos – somos combatientes del Frente rojo – ya que nuestro lema es: soviéticos del mundo”. (* La Internacional comunista). (Marchas ahora olvidadas, ya que después de la caída del régimen comunista, la Revolución, tan aclamada por el comunismo al terminar la guerra, – ¡no existió! Todo fue NOB).
Para llevar a cabo su revolución, el PC planeó deshacerse de sus adversarios ideológicos. En las ciudades, sus unidades especiales asesinaban a los eslovenos que tenían predicamento entre la gente, sabiendo que nunca se les someterían. En las aldeas ese trabajo lo hacían los partisanos, saqueando fincas agrícolas, incendiando casas, escuelas, iglesias y sometiendo a tremendas torturas a sus adversarios ideológicos, proclamados traidores de la patria, antes de matarlos. Con esto también sembraban terror entre la población. Y para simular que combatían por la libertad de la patria, hacían sabotajes principalmente en las vías de comunicación, cada tanto le tendían una emboscada a alguna patrulla del invasor, mataban algunos soldados y luego se daban a la fuga. A esos ataques el invasor respondía con sangrientas represalias. Con esto también cumplían con las recomendaciones mencionadas en una carta de E. Kardelj (Ideólogo N° 1 del comunismo esloveno) a Tito ( Josip Broz, secretario general del PC yugoslavo y comandante en jefe de los partisanos): “ … para el fortalecimiento de las brigadas de partisanos hay que aprovechar los incendios de aldeas que llevan a cabo los invasores y otros tipos de venganza que toman contra la población civil. Sencillamente hay que provocar las represalias, forzarlos a que las ejecuten, para la victoria de la revolución necesitamos de los más crueles invasores (algo así como embaucadores, que engañan)”. Esto sucedía en Eslovenia, con miles y miles de víctimas ofrendadas en el altar de la revolución. El así llamado NOB – Lucha por la liberación nacional – era sólo el escenario en el cual transcurría en realidad la revolución y la lucha por el poder.
Este accionar de los partisanos sucedía todos los días. A los invasores no les preocupaba demasiado por el hecho de que las víctimas eran mayormente eslovenos y sus represalias también recaían sobre civiles.
La parte de la población que no creía en la propaganda comunista y sus mentiras y evaluaba objetivamente los acontecimientos y que además no se dejaba amedrentar, se encontró en una situación muy difícil. Estaba abandonada a su propia suerte y obligada a organizar su autodefensa, frente a los revolucionarios, autoproclamados “libertadores de la Patria”.
Con esta necesidad de los opositores de defenderse, los comunistas dispararon la guerra civil en Eslovenia.
Así nacieron las “Vaške straže – Guardias aldeanas”. El primer grupo se formó en julio de 1942 y siguieron constituyéndose en las aldeas del territorio ocupado por Italia. Estaban formadas por hombres y jóvenes que debían procurarse sus armas, consiguiendo algunas antiguas de los italianos. A causa de la resistencia ofrecida por estas unidades, pobremente armadas y sin entrenamiento militar, las incursiones de los partisanos a los poblados disminuyeron notablemente.
Es conocido el trágico fin de estas Guardias aldeanas. Un gran número de sus integrantes – cerca de 700, se concentró en el castillo de Turjak, a la espera del desembarco de los Aliados occidentales en las costas del mar Adriático, para ponerse a sus órdenes en el avance hacia Alemania. Pero ese desembarco no sucedió. ( Aclaración: Fue un plan de desembarco de Churchill, que fue reemplazado por el de Normandía en Francia nueve meses después). Mientras tanto, el 8 de septiembre de 1943, Italia capituló, dejando todo su armamento a los partisanos – que teóricamente los combatían – quienes a cambio garantizaron la libre retirada de sus tropas a Italia, incluso a los criminales de guerra. Antes de retirarse, los artilleros italianos derrumbaron los muros del castillo y provocaron incendios y recién cuando apareció la bandera blanca de rendición, irrumpieron los partisanos, mataron a todos los heridos y a los demás se los llevaron atados a la ciudad de Kočevje, ya abandonada por los italianos, donde fusilaron a casi todos.
Esta masacre fue la demostración definitiva de que la lucha partisana no era por la liberación, sino que estaba al servicio de la revolución.
Los territorios abandonados por los italianos fueron declarados por los partisanos como “territorios liberados”, pero los alemanes los habían ido ocupando sin ninguna resistencia. El PC y los comandos de los partisanos eran concientes de que el desarrollo de la guerra se definía en los grandes campos de batalla y el destino de las naciones en las mesas de conferencias de los Aliados, por lo que sus acciones militares eran intrascendentes y sólo útiles para la propaganda interna. Por eso estaban en continuas tratativas con los alemanes, que ya dudaban de su victoria final, para acordar cómo podrían hacerse el menor daño mutuo manteniendo la apariencia de una lucha. Y así se podían dedicar a llevar adelante la revolución para la toma del poder. Para la oposición anticomunista esto era un panorama más que negro, y su dirigencia enfrentaba un enorme desafío.
La necesidad de reorganizar la autodefensa era imperiosa. Para defender exitosamente todo el territorio esloveno de los ataques comunistas, reforzados éstos con el armamento italiano, se deberá contar con un ejército bien armado y entrenado, no alcanzaba con unidades ilegales, que además se encontrarían entre dos fuegos, el alemán y el partisano. Pero, ¿cómo organizar un ejército así en un país ocupado? A esa dirigencia se le planteó una disyuntiva dificilísima: o dejar al pueblo esloveno a merced de la revolución, u organizar, aunque sea con la ayuda del invasor, un ejército antirrevolucionario que combatiría exclusivamente a los partisanos, encargados de llevar adelante esa revolución. Evaluaron que esta opción sería un mal menor respecto a abandonar a la nación eslovena al comunismo. Pero eran concientes de que, desde el punto de vista internacional, se exponían a ser acusados de colaborar con el invasor. No encontraron otra salida y asumieron este riesgo.
El PC, que obligó a sus adversarios ideológicos a este contacto con el invasor, lo aprovechó para acusarlos, en sus redes de propaganda, de traición a la patria.
Las armas adquiridas no se usaron para luchar por los intereses de Alemania, sino por la vida y los valores del pueblo esloveno, amenazados en la guerra civil que provocó el partido comunista. Y en las guerras civiles no se trata de traiciones a la patria, es la lucha entre partidarios de órdenes políticos o sociales diferentes.
El primero de los batallones de Domobranci fue creado el 15 de septiembre de 1943. Estaban organizados como unidades militares anticomunistas integradas por eslovenos, con oficiales eslovenos, con el esloveno como idioma de mando y bajo bandera eslovena. La mayoría de sus miembros eran voluntarios. Unos 15.000 hombres y jóvenes se alistaron en sus filas. La primera misión de los Domobranci era proteger a la población de los ataques de los partisanos, que provocaban tanto sufrimiento.
Los alemanes eran conscientes de que para los Domobranci – eslovenos convencidos – la relación con ellos era traumática, que la sobrellevaban únicamente para tratar de preservar a su nación del comunismo. No confiaban en ellos, por eso ocasionalmente les exigían demostraciones de lealtad, bajo amenaza de disolverlos.
En las zonas donde se instalaron los Domobranci, – había más de cincuenta de estos puestos – la vida se fue normalizando. Raramente los partisanos irrumpían en esas poblaciones y únicamente atacaban los puestos cuando contaban con una gran superioridad en hombres y armas. Prefirieron retirarse a las zonas limítrofes más alejadas, como los bosques de Kočevje, Bela krajina … y allí se establecieron. De los pedidos de los pobladores de esas zonas, para que también allí se instalaran puestos de los Domobranci, los alemanes no querían saber nada. Y… los acuerdos deben respetarse… Los Domobranci cumplieron con su misión. La mayor parte del territorio esloveno quedó libre de las depredaciones de los partisanos.
Pero… en las cumbres de los Aliados vencedores, durante el fragor de las últimas batallas para la aniquilación definitiva de la Alemania nazi, nadie prestaba demasiada atención a estos acontecimientos locales. Ya habían repartido Europa y el destino de Yugoslavia y con ella, de Eslovenia, que quedó en la zona comunista. Tampoco hubo mucha oposición a otras exigencias de la Unión Soviética, la que realmente pagó el mayor precio en sangre en esta guerra. Por más que esas exigencias implicaran un crimen de guerra o la violación de los derechos humanos.
Y esto les sucedió a los Domobranci. Al terminar la guerra y después de cruzar la frontera occidental de Eslovenia para no quedar en el área comunista, los Aliados los desarmaron y aun sabiendo su destino, los entregaron en las manos de aquellos a quienes combatieron en defensa de su pueblo y sus valores.
Sin dudar de su decisión y sin odio en sus corazones, los Domobranci, después de sufrir inhumanas torturas, marcharon a la muerte y pagaron con su vida la fidelidad al lema que guió su lucha: Mati, Domovina, Bog – Madre, Patria, Dios.
Gloria a ellos!
F. Markež