Hace unos años, cuando finalicé mi carrera laboral, comencé a interesarme por la jardinería como hobby. De todas las flores del jardín, las que más atrajeron mi atención fueron las rosas.
Desde entonces, ya hace más de 10 años, me dedico a cultivarlas en pequeña escala en el jardín de mi casa, donde en cada primavera me deleito con una explosión de colores y fragancias.
El mundo de las rosas es fascinante. La belleza de sus flores ha hecho que se la llame “la reina de las flores”. Es el símbolo del romanticismo por excelencia.
La rosa ha estado y sigue estando presente en todas las expresiones del arte: escritores, poetas, pintores, escultores y compositores la han evocado y reflejado en sus obras.
Su origen es antiquísimo; se encontraron fósiles en el hemisferio norte desde Siberia y Alaska hasta México y el norte de Africa. Se cree que en el hemisferio sur fueron introducidas por los conquistadores
Desde el punto de vista botánico podemos decir que son arbustos caducos, que pertenecen a la familia de las rosáceas. Crecen de diferentes formas, desde bajas y rastreras hasta altas y trepadoras.
Se las clasifica en tres grandes grupos: Rosas especie o silvestres ( Sp) – por ej. la conocida Rosa mosqueta – , son las que estaban en la naturaleza; Rosas antiguas, son las hibridadas naturalmente o por la mano del hombre hasta el año 1867 y Rosas modernas que son las obtenidas por hibridaciones a partir del año 1867 en adelante.
Dentro de las Rosas Modernas ocupan un lugar destacado las llamadas Híbridas de Té, que se caracterizan por el tamaño de sus flores, por su condición de reflorecientes (florecen desde la primavera hasta el otoño) y por su fragancia.
La primera Rosa Híbrida de Té fue obtenida por el francés Guillot en Francia en 1867 y se la llamó La France.
A partir de este hito empezó una carrera de viveristas, cultivadores y obtentores que competían para lograr las rosas más bellas y elegantes, que tuviesen llamativos colores y exquisitas fragancias.
Hay hibridadores en todo el mundo, especialmente en Inglaterra, Francia, Alemania y Estados Unidos.
La Federación Mundial de Sociedades de Rosas, entidad que nuclea las Sociedades de Rosicultura del mundo, organiza anualmente convenciones en distintos países convocando a rosicultores a fin de que presenten los trabajos que se continúan realizando sobre el cultivo de las rosas y las nuevas variedades obtenidas.
En ocasión de la Primera Convención Regional para Europa Central y del Este organizada por la Federación Mundial de Sociedades de Rosas, que se realizó en Ljubljana en Junio de 2017, viajé con un pequeño grupo de socias en representación de la Asociación Argentina de Rosicultura, para asistir a ese importante evento.
Allí tuve oportunidad de conocer la primera Rosa Híbrida de Té, hibridada y registrada en Eslovenia.
El hibridador esloveno Dr. Matjaz Kmecl (1934), profesor de lingüística y escritor, cuyo hobby es la rosicultura, logró el primer cultivar de rosa esloveno, la Rosa Prešeren.
Kmecl logró, luego de tres sucesivas cruzas entre distintas variedades de rosas, que las características buscadas se estabilizaran.
En colaboración con la Sociedad Eslovena de la Rosa, la nueva variedad fue presentada públicamente en el año 2008, en ocasión de celebrarse el Día Esloveno de la Rosa, en el Arboretum Volčji Potok, cerca de la ciudad de Ljubljana.
Fue registrada por la American Rose Society como Prešeren, HT, Hibridador Kmecl Matjaž.
Es una Híbrida de Té, con bellas flores de color rosa suave que se vuelve ligeramente más claro en el centro. Tienen un diámetro de 12 cm. Florece durante mucho tiempo, manteniendo sus flores frescas y compactas. Las hojas son de color verde oscuro, la planta puede alcanzar de 0,70 a 1,10 m de altura. La particularidad de la Rosa Prešeren son sus pimpollos, que pasan de un intenso color rojo a un color rosa a medida que se abren.
Un ejemplar de la Rosa Prešeren ahora crece en el jardín de mi casa.
Cristina Saavedra de Markež